LA EXPERIENCIA DE MI ALMA

Cuando conocí a José Luis Cabouli en un taller de “Sanando las heridas del alma”, en Girona, me impactó mucho su profesionalidad, su precisión y su entereza para acometer ese viaje a las vidas pasadas.

Como buen cirujano, ha desarrollado su terapia basándose en el método científico de observación, experimentación y comprobación.

Pero en la práctica, la profundidad y el alcance de la técnica superaba con creces lo que yo había podido leer sobre las regresiones en los libros de Brian Weiss.

El resultado de mi sesión personal fue tan potente, tan impactante en mi vida, que continué recibiendo sesiones, ya en Madrid. Es cierto que uno no hace una sesión de terapia de vidas pasadas por curiosidad. Tiene que haber un eje, una emoción a sanar de la que se parta, con un deseo de sanar algo concreto. En mi caso, los logros eran tales que me compensaban los malos ratos que podía llegar a pasar al revivir en las sesiones ciertas experiencias para que mi alma se liberara de esas emociones y traumas originadas en otras vidas.

Estaba ante algo muy profundo, potente, que complementaba totalmente las otras técnicas que aplico, que decidí formarme en ello, a pesar de tener que esperar bastante tiempo a la siguiente promoción de terapeutas formados por Cabouli en España.

Cuando empezamos con las prácticas en la primera fase de la formación ya lo tuve claro: la terapia que él había creado era nada más y nada menos que una cirugía para el alma, aplicada con un bisturí muy potente y preciso como es la palabra, y poco más.... Aquí no hay nada de anestesia, pues no hay que dormir ni hipnotizar a nadie...

Es sólo la experiencia del alma en carne viva, ligeramente guiada para ser sanada...